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Como aumentar la libido

Es posible aumentar la libido introduciendo cambios totalmente naturales en nuestras comidas, te mostramos cómo y cómo potenciar tu potencia sexual.


Está dentro del llamado conocimiento popular que a partir de los 40 años, muchos hombres comienzan a desarrollar problemas de erección. Esta bitácora está dedicada a la impotencia, a la dificultad de tener o mantener una erección, y este es un problema que afecta a personas de cualquier edad. (Notar que decimos personas porque, aunque es un problema que normalmente se atribuye al hombre, también se da en las mujeres).

Como aumentar la libido - Ginkgo biloba
Como ya hemos comentado en artículos anteriores, la impotencia puede deberse a problemas físicos, traumatismos o problemas psicológicos. Ante los primeros síntomas de estar padeciendo impotencia, lo primero que debemos hacer es acudir a nuestro médico o especialista que será quién mejor pueda diagnosticar cual es nuestra circunstancia, hecho esto; una vez conocido que nuestro problema de impotencia se debe a un problema psicológico, sí podemos y debemos tomar cartas en el asunto y poner de nuestra parte para superarlo.

En este artículo vamos a tratar de aquellas comidas, aquellos alimentos que van a ayudarnos a aumentar nuestra libido (nuestro deseo sexual) y, de paso, ayudarnos a mejorar nuestro desarrollo y potencia sexual. Comencemos pues:


Como aumentar nuestra libido con las comidas



Aunque existen alimentos, comidas, que son útiles en nuestro propósito (mira nuestro inciso sobre cómo aumentar la libido en la mesa), los mejores resultados los vamos a obtener con el consumo de determinadas plantas en pastillas naturales, preparados o en infusiones. Estas plantas serán:


Cómo aumentar la libido en la mesa

Existen multitud de comidas que, por sus principios activos, resultan muy útiles para favorecer la circulación sanguínea (principal causa de la impotencia); estos alimentos van a favorecer el que nuestra circulación retome su camino normal y seamos capaces de inundar los cuerpos cavernosos de nuestro pene teniendo nuevamente erecciones fuertes, otros nos van a ayudar a combatir los efectos del cansancio y otros estimularán nuestra libido:

Zumo de limón: podemos tomarlo directamente o disuelto con agua (algunos incluso prefieren añadirle algo de azúcar); este zumo es un auténtico aliado a la hora de combatir el problema que nos ha traído a esta bitácora: la impotencia.

Apio: Podemos tomar esta planta directamente en ensaladas o tomando su zumo después de licuar. El apio además de tener grandes propiedades a la hora de mejorar la circulación sanguínea, es conocido por su capacidad de aumentar el deseo y la potencia sexual. (nota: Esta planta, además, es conocida por sus propiedades anticancerígenas, contra el colesterol, antiinflamatorias, digestivas, diuréticas y adelgazantes).

Ajo: El ajo – además de ahuyentar a los vampiros – tomado crudo contiene gran cantidad de arginina, la cual mejora la circulación y favorece la erección. (nota: si tienes reparo por el sabor que deja en tu boca, el mejor remedio es masticar perejil crudo después de comerlo). .

Miel y los frutos secos: son excelentes productos para aportar energía casi instantánea. La miel además introduce una pequeña subida de azúcar muy beneficiosa para las relaciones íntimas.

Ginseng Panax:

Esta planta de origen chino es considerada un estimulante y está reconocida como uno de los principales afrodisiacos masculino. Según la teoría sistémica, esta planta es un adaptógeno que va a aportarnos los nutrientes necesarios para restablecer la energía corporal y aumentar nuestra potencia. Vamos a poder encontrarla en cualquier herbolario o farmacia.

Destacar que, pese a sus propiedades beneficiosas, esta planta está contraindicada en el caso de padecer problemas cardiacos (en el corazón), problemas estomacales o problemas de ansiedad y/o estrés. Si alguno de estos es tu caso, consulta con tu médico sobre tu intención de empezar a consumirlo y si puedes hacerlo.


Shisandra.

Para aumentar la vitalidad sexual.

Esta planta también proviene de la china (en este caso del norte) está indicada para tratar la impotencia (y la eyaculación precoz), aumentar la vitalidad sexual, actúa contra el cansancio crónico y contra el estrés.

Esta planta tiene la ventaja respecto al Ginseng que no presenta sus contraindicaciones, aunque puede resultar un poco más complicada de encontrar.


Ginkgo Biloba.

Esta planta está considerada uno de los mejores alimentos para mejorar la circulación sanguínea (que, como hemos comentado, está detrás de muchos de los problemas de impotencia, incluida la impotencia psicológica que comienza por "tropiezos" de erección que no son manejados de la manera adecuada). Por sus propiedades facilita el restablecimiento de la correcta circulación de la sangre lo que permite que esta pueda llegar e inundar los cuerpos cavernosos del pene.

Notar que tomada en exceso, el guinkgo biloba puede producir dolores de cabeza y problemas gástricos.


Sabal contra la impotencia.

Para luchar contra la falta de erección y de libido, deberemos incorporar media cucharadita de la tintura de esta planta diluida en agua. Repetiremos este proceso tres veces al día – aunque por un máximo de seis semanas -.



Un efecto similar podremos obtenerlo con las decocciones de hinojo, poniendo aproximadamente 10 gramos en cada taza y tomando tres tazas al día.



Chocolate:

Por muchos considerado directamente “el afrodisiaco”, algunos llegan incluso a predicar sus bondades como sustitutivo del sexo.

Por sus principios activos, el chocolate aúna en un único alimento las sustancias que se cree aumentan el enamoramiento, aumentan la sensación de placer, estimulan nuestro organismo y favorecen la erección. Todo un compendio de virtudes.



Existen multitud de alimentos que podemos introducir en nuestra dieta habitual que, de manera totalmente natural, van a ayudarnos a mejorar nuestro desempeño sexual, desde haciendo que vuelva a revivir nuestro deseo hasta ayudándonos a tener y mantener la potencia sexual (y nuestra erección).


Podéis visitar el vídeo que hemos creado para exponer estos alimentos para aumentar la libido y la potencia sexual de manera totalmente natural:





Aumentar la libido en cuatro pasos

Al padecer impotencia cada vez espaciamos más nuestras relaciones. El deseo sexual (la libido) se desvanece y se agrava el problema. Veamos cómo recuperarnos.


Con el término libido, tanto en medicina como en psicología, nos estamos refiriendo al deseo sexual de la persona (no confundir – como resulta demasiado frecuente – con lívido, que hace referencia a la palidez de una persona y que no es objeto de esta bitácora).

Como comentamos en nuestro artículo Practicar sexo para curar la impotencia, una de las peores cosas que podemos hacer al padecer de impotencia es interrumpir o espaciar nuestra actividad sexual. El no mantener relaciones sexuales, muy al contrario de lo que podría suponerse, no va a mejorar nuestro estado sino que va a agravar nuestra situación.

Aumentar la libido en cuatro pasos
Huir no es la solución aunque, si bien se defiende pues que debemos reemprender nuestra actividad, también es cierto que deberemos hacerlo de manera que nos resulte beneficiosa, esto es: no deberemos exigirnos volver a ser los mismos de antes y rendir como antaño desde el primer día, sino aprovechar la oportunidad que nos brinda este trastorno para aumentar en nuestro autoconocimiento y en el de nuestra pareja, para así no sólo superar el problema sino hacerlo mejorando nuestra calidad sexual.

Un problema con el que nos enfrentaremos en esta situación es que – de manera más o menos consciente – nuestra libido se ha ido adormeciendo.
  • Puede que sea el resultado de nuestra voluntad consciente de espaciar las relaciones (no funcionamos y preferimos no mantener relaciones a tenerlas y salir frustrados)

  • Puede que sea debido a una reacción de nuestro subconsciente (quien nos está intentando liberar de la presión añadida de ser impotentes)

  • O puede, simplemente, responder a que con la distancia se pierde la costumbre (no pongamos cara de extrañados, si nos quedamos parados esperando a tener ganas para hacer algo, probablemente estas nunca llegarán, las ganas, la apetencia, normalmente aparece cuando nos forzamos a hacer aquello que queremos – aún sin ganas – y mientras lo hacemos).


La cuestión es que nuestro deseo sexual ha desaparecido, nuestra libido está ahora dormida y necesitamos despertarla. Necesitamos reactivar el deseo sexual pero


Como Aumentar la libido



Existen cuatro sencillos pasos que van a permitirnos aumentar la libido, cuatro pasos para aumentar el deseo sexual que son aplicables a hombres y a mujeres, padezcan o no de impotencia (psicológica u otra) y es que son los cuatro pilares sobre los que asentar el deseo aumentando la actividad de nuestro principal órgano afrodisíaco: El cerebro.


Relajarnos.

Lo sabemos, no hay peor consejo para una persona nerviosa que el típico comentario de “¡relájate!”, es como un resorte automático, es oír la orden relájate para que se dispare aún más nuestro nerviosismo: ¡si pudiera relajarme no estaría así! ¿no crees?. Conocedores de esta realidad te proponemos que la cambies por aquella con la que te sientas más cómodo: respira, despacio, etc.

Volviendo al tema central los nervios son el anti-libido, son como comprar todos los boletos de la rifa y jugar a si vamos a tener un “pinchazo”. Los nervios nos impiden “meternos en situación” y, por tanto debemos aprender a manejarlos.

Para alejar estos nervios un excelente método consiste en: contar con la complicidad de nuestra pareja. A partir de este momento.
  • Debemos asumir que la relación se realiza sin expectativas. Nuestro objetivo no debe ser mantener una relación completa sino el disfrutar de nuestra pareja.

  • Cada persona dispone de actividades que le resultan relajantes: oír música, pasear, leer, ver la televisión, etc. En este caso vamos a aprovechar que disponemos de nuestra pareja y de su complicidad para realizar otro tipo de actividades igual de relajantes y mucho más eróticas: darnos un baño compartido, darnos un masaje mutuo, una cena romántica e íntima, etc.

Recordemos: no estamos intentando superar nuestra impotencia de golpe, nuestro objetivo ahora es aumentar nuestra libido, reactivar el deseo sexual.


Crear el ambiente.

Muchos hombres hemos oído en reiteradas ocasiones las quejas de nuestra pareja por “ir demasiado rápidos”. Hombres y mujeres tenemos ritmos diferentes y tenemos necesidades diferentes. Puede que antaño no tuvieras problemas con el aquí te pillo aquí te mato en cualquier momento o lugar, pero es algo que debemos olvidar.

El ambiente en el que se va a realizar nuestro proceso por aumentar la libido es mucho más importante de lo que se le suele atribuir. Deberemos asegurarnos de disponer del lugar idóneo, del tiempo necesario y del momento apropiado.

El tiempo es importante porque las prisas no son buenas consejeras y no contribuyen a tener la calma necesaria.

El momento es aquel en el que tanto tú como tu pareja podáis dedicaros a esa relación, en cuerpo y mente.

Y el espacio, el ambiente es importantísimo pues nos va a servir como fuente de inspiración: tal vez un cambio en la iluminación (velas, luz tenue, etc.), una música propicia, un cambio en las sabanas (si es que es en una habitación), un espejo estratégicamente orientado, etc.

El invertir nuestro tiempo en preparar el escenario ideal y hacerlo con tranquilidad, planeando cada detalle va a estimular nuestra imaginación hacia el deseo

Recordemos que no debemos ser exigentes: estamos planeando y – con ello – anticipando una situación, pero no debemos perder de vista que un planteamiento no es una realidad, puede que llegado el momento nuestros planes vuelvan tortas y nada salga como habíamos planeado. No importa. Nuestra parte que es aumentar nuestro deseo, revivir nuestra libido y la de la pareja, ya se habrá puesto en marcha. Una mala experiencia no es una frustración sino una nueva oportunidad para aprender de lo ocurrido y mejorar en la próxima ocasión. Un paso en nuestra intención de curar la impotencia psicológica.


Compartir fantasías.

La cuestión es que todos tenemos fantasías sexuales, cierto es que el grado de las mismas difiere de unos a otros, pero todos las tenemos.

Tú también las tienes, al igual que tu pareja. Poder realizar estas fantasías es uno de los mayores estímulos mentales que podemos tener, pero debemos ser extremadamente cuidadosos.

Deberemos intentar abrirnos a nuestra pareja, hacerle conocedora de nuestras fantasías e indagar sobre las suyas. En este punto debemos ser sumamente sutiles, debemos ir profundizando poco a poco observando si nuestras insinuaciones son bien recibidas o no. Puede que nuestra fantasía choque frontalmente con el pensamiento de nuestra pareja y, en ese caso, deberemos valorar cómo afectará a nuestra relación. (Lo mismo puede ocurrir en tí con las fantasías de tu pareja).

Aunque con cautela, compartir fantasías con nuestra pareja es un fuerte lazo de complicidad que reforzará nuestra relación y aumentará nuestra libido.


Comunicación de pareja.

Estrechamente relacionado con los tres puntos anteriores. Nuestra pareja es el otro pilar de la relación. Existen muchas formas de comunicación aunque la más sencilla es aquella con la que nos comunicamos con los demás: hablar.

En la cura de la impotencia, contar con el apoyo, el compromiso y la confianza en/de nuestra pareja, es un gran punto que tenemos a nuestro favor. Aunque pueda existir este grado de complicidad en otras facetas, es habitual que en el terreno sexual, existan puntos negros, existan cosas ocultas.

Para poder avanzar en nuestra cura de la impotencia debemos superar estas barreras que nos separan y profundizar en el conocimiento del mundo erótico de nuestra pareja (y del nuestro propio). Este juego de aprendizaje aumentará nuestra libido y nos será de gran utilidad a la hora de plantear los tres puntos anteriores.



En este artículo hemos tratado sobre cómo es posible despertar nuestro deseo sexual, cómo aumentar nuestra libido y sacar del coma a nuestra excitación sexual. Debemos contar con el deseo de nuestra mente por mantener relaciones para superar la impotencia y este es el primer camino que debemos emprender.

Como ya hemos comentado los cuatro pasos a seguir son aplicables a cualquier persona pero en especial a aquellos que padecemos de impotencia psicológica pues, a nosotros, nos afecta más directamente el nerviosismo en nuestra mente. Una intensidad diferente que no quita el que tengamos y podamos aumentar nuestra libido siguiendo estos pasos.