Impotencia Psicologica Cura Caminando

Veamos como un ejercicio tan simple como caminar es muy útil en el tratamiento y cura de la disfunción eréctil, en especial de la impotencia psicológica.


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La disfunción eréctil o impotencia es una alteración de nuestro organismo que provoca el que no seamos capaces de tener una erección o tenerla lo suficientemente fuerte y por un periodo de tiempo que nos permita mantener una relación sexual completa y satisfactoria.

Esta alteración puede deberse tanto a traumatismos (lesiones), como a problemas físicos, como a problemas psicológicos.

Existe una práctica que todos realizamos desde nuestra más tierna infancia que resulta especialmente útil en el tratamiento y cura de la impotencia, tanto cuando su origen es físico como – especialmente – cuando su origen es psicológico.

Esta práctica es algo tan sencillo como el simple hecho de Caminar. Caminar es un ejercicio que está al alcance de casi todos:
  • No necesita que invirtamos ningún dinero.
  • No es necesario disponer de ningún equipamiento especial.
  • Puede realizarse en cualquier momento sin necesidad de planificación.
  • Es apto para cualquier edad, sexo y estado físico inicial.



Caminar en la Cura de la Impotencia



Hablar de una impotencia de origen físico es hablar de una disfunción eréctil que se produce porque nuestro organismo no está en condiciones. Cuando se asocia la disfunción eréctil a la edad, no se hace porque el hecho de que al ir acumulando años nuestro cuerpo pierda la capacidad de mantener la erección, sino porque tendemos a no cuidar nuestro cuerpo, este se deteriora y este deterioro es el que produce la disfunción. De hecho, si no tenemos esta edad pero sí se ha deteriorado nuestro cuerpo, la impotencia aparecerá de igual manera.

La impotencia de origen físico suele responder a enfermedades y/o medicaciones utilizadas en su tratamiento. En la impotencia tienen especial impacto los trastornos relacionados con la circulación sanguínea y es en este punto donde el caminar puede proporcionarnos grandes beneficios.

  • Caminar es un ejercicio aeróbico, esto es, es un ejercicio que va a mejorar nuestra oxigenación. Una buena oxigenación es indispensable para alimentar correctamente a nuestras células.
  • Caminado mejoraremos nuestro sistema cardiovascular (pondremos en forma a nuestro corazón, la bomba que mueve nuestro sistema circulatorio).
  • Reduciremos los niveles de colesterol. El colesterol malo se pega en las paredes de nuestras venas, como la cal en las tuberías, haciendo que la sección por la que puede circular la sangre sea cada vez más pequeña y produciendo también que las venas pierdan elasticidad. Recientes estudios han demostrado que, a la hora de reducir el colesterol, el ejercicio de caminar es tan efectivo como el de correr; se ha comprobado que el efecto se obtiene por el tiempo invertido y no por la intensidad del ejercicio.
  • Si caminamos 30 minutos diarios, consumimos 1000 calorías semanales. El caminar nos ayuda a controlar el sobrepeso tan perjudicial para nuestra salud.



Todos estos beneficios van a tener un impacto directo y positivo en la cura de la impotencia, sea cual sea su origen. Cuando estamos hablando de la impotencia psicológica, de la disfunción eréctil producida por un problema psicológico, el caminar va a proporcionarnos una serie de beneficios adicionales que lo hacen especialmente interesante:


Generamos endorfinas.

Las endorfinas son una sustancia que funciona como neurotransmisor (la comunicación de las neuronas). En el caso que nos interesa en el presente artículo (la impotencia psicológica y su cura), las endorfinas son la sustancia que va a aumentar nuestro nivel de energía y la sensación de placer, felicidad y bienestar en general.

Generando endorfinas vamos a ser capaces de paliar los niveles de tristeza o depresión, de abatimiento.


Consumimos adrenalina.

La adrenalina es la sustancia que genera nuestro cuerpo ante una situación de peligro real o aparente, es la sustancia que genera para preparar a nuestro cuerpo para poder dar una respuesta rápida y efectiva a este peligro.

Cuando estamos en un estado de alteración psicológica, nuestro cuerpo genera adrenalina ante peligros no reales. Esta adrenalina, a diferencia de cuando el peligro es real y se consume en su respuesta, permanece en nuestro cuerpo produciéndonos un estado de alteración que, además de falso, es muy incómodo y responsable de muchos de los síntomas de los trastornos psíquicos.

Con el simple hecho de caminar vamos a poder consumir esta adrenalina sobrante y, como consecuencia, vamos a reducir nuestro nivel de tensión.


Aumento de la confianza en nosotros mismos.

Probablemente sólo sufres un trastorno psicológico serás capaz de entender este punto. Caminar es un ejercicio sencillo, al alcance de todos con independencia de la edad, el sexo y el estado físico inicial pero, ¿qué ocurre cuando mi problema psicológico me impide incluso salir a pasear?.

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No tenemos ningún impedimento físico pero, estamos generando una especie de agorafobia, estamos desarrollando un temor a que nuestros síntomas nos ataquen en el momento que dejemos la seguridad de nuestro hogar y, para evitarlo, simplemente no salimos.

En este punto es donde el mero hecho de “obligarnos” a salir y caminar, se convierte en un proceso de autocontrol y de superación. Un proceso en el que vamos a aprender que sí podemos hacer aquello que nos proponemos aumentando la autoconfianza, algo importante en la superación de la discapacidad eréctil, en la cura de la impotencia psicológica.


Relatividad de los problemas.

En los trastornos psicológicos nuestra mente suele estar inmersa en un constante proceso de análisis y preocupación por aquello que nos acontece. Un proceso de saturación mental que dificulta nuestra memoria, nuestra atención, nuestra forma de razonar, etc. Nos bloquea.

El simple ejercicio de caminar nos va a reportar dos beneficios:
  • Al forzarnos a irnos fijando en qué dirección cogemos en la caminata, en qué nos rodea, qué tiempo hace, con quiénes nos cruzamos en el camino, etc. Al centrar nuestra atención en el proceso de caminar estamos realizando una especie de meditación centrando nuestra mente en algo distinto a aquello que nos obsesiona y, por tanto, relajando la mente.
  • Al caminar durante largo tiempo, llega el cansancio, este mismo cansancio es el que nos va a ayudar a relativizar. Cuando estamos cansados, el resto de problemas es como si perdieran la fuerza que tenían, es como si en ese momento fueran importantes pero menos: aprendemos a poner las cosas en su justa medida.

Relativizar problemas, comprender qué es importante y qué no nos va a ayudar a volver a aprender qué es lo importante en la relación, va a liberar nuestra mente y esto va a repercutir directamente en la cura de nuestra impotencia psicológica.



Tanto si sufrimos de una impotencia psicológica como si tenemos una disfunción eréctil debida a otras causas, el simple ejercicio de caminar va a proporcionarnos muchas facilidades en su proceso de cura. Como se ha señalado, estos beneficios van a ser incluso mayores cuando el origen de nuestra impotencia sea psicológico.